Puente de granito tradicional

La tradición cantera marca la construcción de este tipo de estructuras en las que las lanchas de granito se colocaban desde una margen a la otra, para atravesar el arroyo, en este caso, el río de Navacerrada. Este puente está enclavado sobre el río Navacerrada.

El río nace en el Alto de las Guarramillas, cerca del pico de La Maliciosa, donde es conocido como río Navacerrada. Tras atravesar el casco urbano de Becerril de la Sierra entra en nuestro municipio al oeste de Cerceda. En el momento que se une con el arroyo Fuentidueña se le empieza a conocer como Río Samburiel o San Muriel.

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Se dirige finalmente al embalse de Santillana, donde tributa en el río Manzanares, en el término de Manzanares el Real. La tradición sitúa en el valle que el río forma cerca de El Boalo la acción de una de las célebres serranillas del Marqués de Santillana (1398-1458):

“Por todos estos pinares
nin en el val de la Gamella
non ví serrana mas bella
que Menga de Manzanares.
Descendiendo Yelmo ayuso,
contra Bóvalo tirando,
en ese valle de suso,
vi serrana estar cantando’.*

* El Yelmo correspondería al famoso risco de La Pedriza y Bóvalo al actual municipio de El Boalo.

Este río constituye un magnífico ecosistema lleno de biodiversidad que debemos preservar. Los bosques de ribera, llamados así porque son los bosques que acompañan a los ríos, desempeñan un papel fundamental porque, entre otros, regulan el microclima del río, previenen las crecidas, mantienen la estabilidad de las orillas, son hábitat, alimento y refugio ideal para multitud de animales y vegetales, a la vez que tienen un gran valor paisajístico, cultural y recreativo.