Potro de herrar del Boalo

El Potro de herrar es una construcción típica de los municipios de la Sierra de Madrid, seña de identidad de la tradición ganadera de nuestros pueblos y tesoros de nuestro patrimonio etnográfico. Actualmente están en desuso, los potros de herrar se han convertido en testigos de otras épocas, usos y oficios. No tan lejanos como nos puede parecer, estas construcciones forman parte de nuestra historia y nuestra identidad.

Su origen se remonta a la Edad Media y algunos de ellos se han venido utilizando hasta bien entrado el siglo XX. El potro era utilizado por los vecinos para inmovilizar a los animales y así herrar a las caballerías y practicarle determinadas curas al ganado.

Potro de herrar

Hasta hace no más de medio siglo, los animales constituían un elemento esencial en el desarrollo de la economía de nuestros pueblos, no sólo en las tareas agrícolas, sino en el transporte (de madera, nieve, etc.), así como en otros oficios y labores domésticas. El cuidado de estos animales constituía una obligación primordial, siendo el herraje una parte principal, por eso de la importancia de los potros de herrar en los pueblos.

Por lo general, en los pueblos serranos pequeños y de pocos habitantes, solía existir un único maestro herrador, que prestaba servicio a todo el pueblo.