Antiguas canteras de Granito

Estos curiosos 'agujeros' que salpican el paisaje son testigos de la tradicional extracción de granito que se realizaba en la zona. Además, son un punto de valor tradicional por su lámina de agua, y todo un referente por la peculiaridad de su paisaje, flora y fauna. Se aprecian con mucha más claridad las marcas producidas por la extracción de bloques de roca. La cantería fue durante muchos años uno de los principales recursos económicos del municipio. Esta actividad empleaba en los años 60 a más del 40% de la población activa de El Boalo. El oficio de cantero era un trabajo muy duro, pues se realizaba de forma manual, prácticamente sin medios mecánicos, aunque con ayuda de explosivos. El trabajo de saca o extracción de la roca (realizado por los 'sacadores') requería tener ciertos conocimientos geológicos,

Antiguas canteras

para poder cortar la roca (cortar a ley) aprovechando las fracturas naturales (diaclasas). Los labrantes trabajaban después la roca en pequeños talleres de labra, ubicados en Cerceda. Allí cortaban, devastaban y redondeaban la roca dando el acabado final. La roca se trasladaba en carros tirados por bueyes y en el ya desaparecido Ferrocarril de El Berrocal, hasta los muelles de Collado Villalba, donde se facturaba.

Estas antiguas canteras, hoy abandonadas, se encuentran en parte cubiertas de agua. Se convierten así en nuevos ecosistemas, al irse instalando comunidades acuáticas de distintas especies: vegetación de ribera, aves acuáticas, anfibios y reptiles o invertebrados como las libélulas. También acuden a beber mamíferos como zorros, tejones o jabalíes.