Abrevadero y antiguas canteras de El Boalo en la Callejuela del cura

Este abrevadero se conoce popularmente con el nombre del pilón de Balbino. Es un abrevadero que se ha rehabilitado y es utilizado por el ganado para beber. El Boalo, Cerceda y Mataelpino es un municipio con gran tradición ganadera en extensivo y prueba de ellos son estos abrevaderos, donde el ganado podía aliviar su sed. Se construían con piedra granítica que era la piedra predominante en la zona.

Abrevadero y antiguas canteras de El Boalo en la Callejuela del cura.

Con el fin de conservar y preservar las especies de anfibios presentes en nuestro municipio, perteneciente al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, se han colocado rampas para anfibios. Estas rampas tienen como finalidad actuar como hábitat y refugio de anfibios y favorecer la entrada y salida de los animales para que los abrevaderos no constituyan una verdadera trampa para ellos.

Las canteras cercanas a esta zona, a lo largo de la callejuela del cura y en algunos prados aledaños fueron utilizadas a finales de los años 50 y 60. Según el padrón municipal de 1965 había, en El Boalo, un total de 120 canteros, lo que suponía un 42% de la población activa. Esto nos da idea de la importancia de este oficio en nuestro municipio. Los canteros se iniciaban, en su profesión, a los 12 ó 13 años. Se trataba de un trabajo bastante duro y no exento de riesgos, con jornadas de 10 horas en los meses de invierno y 12 horas en los meses de verano porque se aprovechaba más la luz y con una libranza sólo de los domingos. La extracción de la piedra berroqueña, que es la piedra típica de nuestro municipio, se realizaba de forma manual. En Cerceda había pequeños talleres donde se labraba la roca que, se trasladaría a Collado Villalba para su facturación en el ya desaparecido Ferrocarril de El Berrocal. Nuestro municipio tiene parte de su historia en la construcción de la Catedral de la Almudena porque en 1956 los canteros de El Boalo se hicieron con la contrata de las columnas de la Catedral. En la actualidad, estas canteras están en desuso y se llenan de agua en época de lluvia, constituyendo así un nuevo hogar para diversas especies de flora y fauna y generando así un ecosistema lleno de vida.”

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